meramente formales del cristianismo y ayudar al creyente a responder a esta solemne y escrutadora pregunta: “¿Cuál es el estado espiritual de mi alma ante Dios en este momento?». En las sucesivas páginas se le instará a olvidar la profesión de fe cristiana que sostiene, su insignia identificativa, y el nombre por el que se le conoce; a dejar de lado por unas pocas horas todos los deberes, compromisos y emociones cristianos, y a afrontar esta cuestión plena y sinceramente. El autor no ha considerado
Page 8